VEREDICTO
Nosotros, Gina Saraceni, Nelson Rivera y Julieta Omaña, luego de conocer los ciento noventa y cinco manuscritos enviados para optar a la Sexta Edición del Premio de Cuento Santiago Anzola Omaña 2021, decidimos otorgar dicho galardón al cuento “El fémur de Renata”, firmado bajo el seudónimo Dr. Mogollón.
“El fémur de Renata” es un conmovedor relato sobre inmigrantes italianos mayores y solitarios en el que se describen las premuras de vivir en la Venezuela actual. A través de la historia de la nonna Renata y su hijo sexagenario que cuida de ella, se expone la degradación de un país y de un colectivo social. Del cuento destacamos el efectivo retrato de las injusticias y la ruindad moral, económica y política, a lo largo de los cinco episodios que lo conforman. Con el apoyo a manera de epígrafes de citas de pensadores como Derrida, Zizek, Locke, Nietzche y Agamben, se logra una reflexión acerca de los derechos básicos del ser humano, el totalitarismo, la justicia o la falta de ella y la biopolítica. Este cuento desarrolla una apuesta de escritura fragmentaria donde se reúne la ficción con elementos de la teoría filosófica, logrando un relato paralelo que tiene que ver con esa mezcla entre lo narrativo con lo teórico.
Una vez seleccionado el cuento premiado, se procedió a identificar al autor del relato, que resultó ser Carmelo Urso, estudiante del Posgrado de Educación a distancia en la Universidad Nacional Abierta.
Menciones honoríficas.
Asimismo, y como resultado de la gran cantidad de manuscritos recibidos y la alta calidad literaria de los finalistas, el jurado decidió otorgar cuatro menciones honoríficas, a los cuentos: “Seis estaciones” como primera mención honorífica con el seudónimo Jesús Eloy. “La ninfa de Villa Ruisell” bajo el seudónimo Granate, y “Los días de nuestras vidas” con el seudónimo Edo Kurosawa, como segundas menciones honoríficas. Y como tercera mención el relato “El experimento”, con el seudónimo de Lux Lucis.
En “Seis estaciones” se desarrolla un entrañable recorrido en el metro de Caracas durante la pandemia. Un narrador protagonista describe y reflexiona en presente narrativo acerca de los eventos que presencia durante este ansioso recorrido, necesario para llegar a tiempo a un examen universitario. El trayecto en el metro refleja aspectos de la realidad venezolana, al mismo tiempo que logra desarrollar una metáfora de la vida como un camino con aciertos y desaciertos, rodeado de circunstancias que se conectan entre sí. Del cuento destacamos la agilidad narrativa a través de la que se reflexiona sobre el entorno local haciendo énfasis en la condición económica y social venezolana, así como sobre aspectos más universales: la juventud, el paso del tiempo, la complejidad de la vida y la naturaleza humana en general.
En “La ninfa de Villa Ruisell” un narrador masculino relata en primera persona sus andanzas desde el interior del país hasta llegar a la capital y encontrarse con el amor de su vida: Silvia, quien resulta ser una joven árbol, selva, eterna y de nadie. Se trata de la historia de un primer amor donde se mezclan temáticas como lo “monstruoso” de la mujer y el miedo que esto implica ante la mirada masculina. Este relato, con final fantástico y disruptivo, cuestiona la idea de la mujer como “abominación de la naturaleza”, como devoradora de hombres y creadora de la vorágine, donde el narrador protagonista debe finalmente aceptar su “derrota ante aquella amante botánica”, pues a Silvia “le crecen árboles en las piernas y tiene una selva por vagina”. En “La Ninfa de Villa Ruselli” destaca un excelente trabajo sensorial en el desarrollo de los personajes y escenas, al mismo tiempo que se alcanza una profunda crítica del mítico miedo legendario hacia lo femenino como maligno y peligroso, descrito desde lo fantástico e inesperado.
En el relato “Los días de nuestras vidas”, dos hermanos, Jesús y Manuel, durante su infancia se enfrentan con un hecho sobrenatural que cambia sus vidas para siempre. Un evento fantástico hace que Manuel, el hermano menor, padezca repentinamente de una misteriosa condición, donde además de no poder caminar se convierte en un ser superdotado. El mundo se le presenta de manera atemporal, por lo que tiene la destreza y la desdicha de mirar hacia el futuro y el pasado en una misma línea con el presente, padeciendo el conocimiento a priori de la fatalidad. Con ciertas remembranzas de “Funes el memorioso” de Borges, esta historia cuestiona temas como el destino, el constructo de lo temporal, la desdicha que conlleva el conocimiento y la posibilidad de otros mundos y planos más allá de nuestra existencia.
En el cuento “El experimento”, un régimen lleva acabo un perverso ensayo sobre un país donde los ciudadanos terminan convirtiéndose en bestias. Una prometedora nación ante los ojos del mundo decae de manera progresiva hasta llegar a la pérdida del pudor y de la propia existencia de toda la nación, incluyendo la del propio régimen. El jurado destaca el uso de la metáfora para describir el silencio, la penumbra y la angustia padecidas en la actualidad en ciertas regiones y países, como es el caso de Venezuela.
Una vez seleccionadas las menciones honoríficas, se procedió a identificar a los autores. En el caso de “Seis estaciones” el autor resultó ser Rubén Darío Urbaneja, estudiante del Posgrado de Derecho del Trabajo en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la Universidad Central de Venezuela. En el caso de “La ninfa de la Villa Ruisell” la autora resultó ser Andrea Leal, tesista de la carrera de Letras en la Universidad Central de Venezuela. El autor de “Los días de nuestras vidas” es Gabriel Eduardo González, estudiante de noveno semestre en Ingeniería de Sistemas del Instituto Universitario Politécnico “Santiago Mariño”, extensión Cabimas. Y “El experimento” es autoría de Ángel Pacheco-D’Andrea, estudiante de octavo Semestre de Letras en la Universidad de Los Andes.