VEREDICTO
Nosotros, Milagros Socorro, Arturo Gutiérrez Plaza y Julieta Omaña, luego de conocer los doscientos cuarenta manuscritos enviados para optar a la Quinta Edición del Premio de Cuento Santiago Anzola Omaña 2020, decidimos otorgar dicho galardón al relato “Cementerio de perros”, firmado bajo el seudónimo Minami Mori.
En “Cementerio de perros” un personaje, que se va convirtiendo en entrañable, reflexiona sobre los apegos, la enfermedad y la muerte. Del cuento destacamos una narración que fluye a través de un pensamiento con el que se logra verbalizar una mirada. A través de una escritura, que narra al mismo tiempo que percibe, se alcanza un relato que se mueve entre la ternura, los detalles y el repentino humor que parece tapar un dolor. El trabajo y la descripción de lo “animal” como el reflejo de nosotros mismos, y la capacidad de construir un lugar de sensorialidad que dialoga con el espacio en el que se traslada la voz narrativa. Por medio de una cadencia sutil y un lenguaje sencillo se alcanza un potente contenido emocional que nos invita a acompañar al narrador a lo largo de toda la historia.
Una vez seleccionado el cuento premiado, se procedió a identificar al autor del relato, que resultó ser Alejandro Coita Sánchez, estudiante de octavo semestre de Letras de la Facultad de Humanidades y Educación en la Universidad Central de Venezuela.
Menciones honoríficas.
Asimismo, y como resultado de la gran cantidad de manuscritos recibidos y la alta calidad literaria de los finalistas, el jurado decidió otorgar cinco menciones honoríficas, a los cuentos: “El cuartico está igualito” como primera mención honorífica con el seudónimo Baca, “Errantes” como segunda mención honorífica bajo el seudónimo Agripina, “Ologá” como tercera mención honorífica que tiene como seudónimo Magnus Carlsen, “El huésped inhóspito” como cuarta mención honorífica con el seudónimo de María Mencia Santos, y “Cinco minutos” como quinta mención honorífica bajo el seudónimo Atlas.
En «El cuartico está igualito”, el jurado destaca el fluir narrativo donde la cadencia de la musicalidad contrasta y acompaña el tono de dolor por el abandono y la enfermedad. La efectiva voz del narrador protagonista que se dirige en segunda persona a su amante, por medio de una estructura epistolar, donde se inscribe un recordatorio de tiempos mejores con una expresión nostálgica y de reclamo. La descripción del espacio decadente, donde lo sucio y la ruina acompañan al protagonista, que confluye con su empobrecido estado emocional, y donde el hilo conductor del bolero de Panchito Riset logra describir una atmósfera de olvido y pérdida.
En el relato “Errantes ”, se destaca el logro de una historia que conjuga aspectos reales y fantásticos donde la supuesta enfermedad de “ambulosomnia” se clasifica y se padece. Un efectivo diseño circular estructurado en tres episodios históricos en los que se describe este “grave” padecimiento, cuyo carácter enciclopédico y científico le otorga un viso “real” a ciertas condiciones ficticias, para finalizar en un desenlace inesperado donde el narrador se convierte en protagonista.
En el relato “Ologá”, el jurado destacó un lenguaje que discurre entre lo poético y lo cotidiano logrando una atmósfera que juega entre lo real y lo mágico. El uso de la “lluvia” o la falta de ella como leimotiv e hilo conductor que describe los espacios externos que confluyen y se confunden con los internos, a través del sonido y la repetición. El uso de la anáfora con frases que guían la lectura señalando estados de ánimo y condiciones reales que describen la pobreza y decandencia, la cotidianeidad y el hastío.
El cuento “El huésped inhóspito” describe la metamorfosis emocional y física que sufre una mujer al tener un embarazo indeseado. Se destaca la efectiva descripción de la situación externa y palpable que se conjuga y juega con el estado de ánimo de la protagonista. La narración que transforma la nueva vida en algo grotesco, la maternidad como un compendio monstruoso en lugar del esperado “deber ser” de la madre que acoge amorosamente a la criatura por nacer.
“Cinco minutos” narra la historia de una niña que se hace mujer y madre, sus dolores y sus muertes. Se describe de manera efectiva el amor filial y los miedos que lo acompañan, así como el abuso doméstico y el terror que se deriva de éste. Se destaca el uso de un lenguaje que discurre entre lo metafórico y lo coloquial con el que se logra un relato que se mueve entre lo poético y lo real, desarrollando una mirada que analiza su entorno y sus espacios internos de manera simultánea.
Una vez seleccionadas las menciones honoríficas, se procedió a identificar a los autores. En el caso de “El cuartico está igualito” el autor resultó ser Bartolomé Cavallo, estudiante del Posgrado en Investigación Educativa de la Universidad Experimental Rómulo Gallegos (UNERG). En el caso de “Errantes” la autora resultó ser Alesthea Vargas Ibáñez, estudiante de octavo semestre de Letras de la Universidad Central de Venezuela. El autor de “Ologá” es Jonathan Leonardo Bolívar García, estudiante del séptimo trimestre de Ingeniería Biomédica de la Universidad Nacional Experimental “Francisco de Miranda” (UNEFM) de Falcón. “El huésped inhóspito” es autoría de Niyireé Seleny Baptista Sánchez, estudiante del segundo trimestre de la Maestría de Literatura Latinoamericana en la Universidad Simón Bolívar, y “Cinco minutos” resultó ser de Andrea Santana estudiante del cuarto semestre de Letras en la Universidad Católica Andrés Bello.